2.45am
Amor mío:
Quiero conocer tu perfume, déjame
perderme en lo más profundo de tu piel para encontrarme de nuevo entretejido en
tus cabellos. Déjame escribirte una canción que pronuncie tu esplendor pero no
del todo, si no solamente sugiera esa delicada belleza que habita en ti.
Sólo para dar pie a la imaginación y que el mundo sepa que tu calor es lo más intenso que puede sentir un hombre, aun cuando no te tenga.
Sólo para dar pie a la imaginación y que el mundo sepa que tu calor es lo más intenso que puede sentir un hombre, aun cuando no te tenga.
De ninguna manera me atrevería yo
siquiera a intentar definir tus encantos, puesto que jamás habría palabras
suficientes para honrar tremenda hermosura.
Déjame mirarte amor mío hasta ahondar
en tu alma para descifrar tus secretos, aún aquellos que ni tú conoces bien.
Déjame vivir en tu voz y arroparme con el velo de tu risa. Así cada mañana al despertar del sueño en que vivo, podré sentir tu aroma y admirar tu reflejo en el mar.
Déjame vivir en tu voz y arroparme con el velo de tu risa. Así cada mañana al despertar del sueño en que vivo, podré sentir tu aroma y admirar tu reflejo en el mar.
Déjame ser aquel quien de mañana te haga cambiar el café por un beso y en la noche te haga cambiar tu soñar por un verso.
Quiero ser la luz en cada uno de tus
días, aquella que recorra tus anhelos y descubra tus deseos más hermosos.
Eduardo,
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