jueves, mayo 03, 2007

Un Hada se tambaleaba...


Anoche tuve tremenda aventura, mi mente volaba palpitante sobre un cielo de estrellas relucientes y bella luna llena. Mi cuerpo y la brisa del oleaje acompañaban al de ella, tumbado sobre un manto de arena ligero. Ella me miró y yo posé mi palma sobre su piel tersa, lejana aún; mi alma empezó a encontrar un camino maravilloso en un infinito vórtice de sensaciones del cual no quería salir. Todo pasaba rápido pero a la vez de un modo apacible, profundo, suave e insólito. Nuestros labios se rozaron poco a poco mientras ella encontraba mis brazos y yo acariciaba delicadamente su piel grabada con tinta, entretanto un hada se tambaleaba, anhelando una noche serena.

Entonces hubo una explosión de emociones en mí, de eterna paz, aunque al mismo tiempo efímera, mi cuerpo discernía inusitadamente la brisa del mar con cada poro de mi piel, cada vello se me erizó y el susurro energizante de su boca me llevó al punto de olvidar todo lo que ocurría en aquel momento a mi alrededor, nada importaba ya! Mi espíritu, y mi cuerpo eran uno solo...

Sensaciones de intriga y extrañeza llegaban a mi mente algún tiempo después, todo volvía a la normalidad ahora, hoy despierto y regreso a la incertidumbre de un futuro claro, todo surge otra vez como de costumbre, mas no descarto aún otro posible encuentro como aquella noche, ella y yo en un mar de sueños y caricias, debilidad y poder, pasión y razón, todo bajo una canción de las olas acompañando la luz de su rostro reflejado en la luna...
Fînwë

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